9 de noviembre de 2011

Estaban prometidos, esperaban un hijo y no sabian que eran hermanos


Decidieron reunir a sus familiares para contarles que tendrían un hijo y… ¡sorpresa!


Una pareja feliz se abraza


 Debían estar profundamente enamorados. Se habían conocido durante la universidad y desde entonces no se habían separado el uno del otro. 
Ni por un momento de los cinco años que llevan juntos. 
Incluso esperan su primer hijo el mes que viene.

La historia de esta pareja de jóvenes sudafricanos cumplía con todos los requisitos de todo bonito cuento de amor. 
Hasta el sábado, cuando decidieron presentarse a sus familiares cercanos. Sus respectivos progenitores se reconocieron inmediatamente.
Habían estado casados. La pareja de enamorados era, en realidad, una pareja de hermanos.

Esto es lo que ha ocurrido este fin de semana en Sudáfrica, según la prensa local del pueblo de esta ahora revuelta familia anónima.
 Los padres se habían separado en 1983, cuando el marido empezó a sospechar que su mujer le estaba engañando. 
Tenían dos hijos: el mayor con dos años, la pequeña con ocho meses. Tras el áspero divorcio, la niña se fue a vivir con su madre y el niño con el padre. 
Nunca se les dijo que tenían hermanos.

De hecho, se criaron a una relativa distancia el uno del otro; los 100 kilómetros que separan los pueblos de Nelspruit y Bushbuckbridge, en la provincia de Mpumalanga, al este de Sudáfrica. 
No fue hasta 2007, cuando ambos fueron a la universidad. Entonces fue cuando los hermanos perdidos se reencontraron. 
Pero, claro, también se enamoraron. 
Ninguno presentó al otro a su respectivo progenitor hasta cinco años y un embarazo más tarde. 
Se supone que tenían que discutir los preparativos de la boda. La presencia de los padres parece desprender que se iba a hablar de dinero.
 De hecho, la tradición en muchas culturas africanas es que el padre del novio pague a la familia de la novia por la mano de ésta. 
Esto requiere una negociación para la que es necesaria la presencia de ambas familias.

Fue, cuentan, la peor noticia que podían haber recibido: "Estudiamos juntos en la Universidad Técnica de Tshwane en Nelspruit", recuerda la novia. 
"Desde que le vi por primera vez, sentí que había una conexión. Nos enamoramos y desde entonces nunca miramos hacia atrás. 
Sólo queríamos una familia con muchos niños. 
Así que, puedes imaginarte el shock de la noticia. Vamos a tener un hijo juntos. No sabemos qué le diremos cuando crezca".

Así, las cosas han vuelto a obedecer los términos de aquél difícil divorcio de 1983 que desencadenó todo. La pareja se ha separado. 
El ahora ex novio está con el padre y la ex novia con su madre. "No sabemos qué pensar en este momento y tendremos que ir paso a paso", ha asegurado el novio.
Fuente: Daily Mail

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